Saturday, February 9, 2013

Querida Llorona:



Te escribo esta carta para darte las gracias por lo que hiciste por me; claro, tuve que crecer para entenderlo.  No se si recuerdas como nos conocimos... mi mama estaba embarazada de mi cuando te vimos por primera vez. Era una noche calurosa y mi papa se habia ido a otra habitacion pues el calor que generaba el cuerpo de mi mami era demasiado insoportable - su embarazo estaba muy avanzado y you estaba a solo un mes de nacer, dejandola sola en el cuarto para que descansara. Ella estabe placidamente dormida, cuando de pronto oyo tu voz; Llevabas sombrero negro y vestido largo. Tus manos eran largas y huesudas y las usabas para cubrirte el rostro, pero dejaban escapar tu llanto y tus lamentos que rompieron el silencio de la noche.  Tu pelo desaliñado te daba un porte espectral. Mi mama apenas se atrevió a mirarte. Con los ojos entreabiertos, en medio de la oscuridad, intento buscar a mi padre, alargaba su pie para tocarlo y pedirle auxilio. El miedo la tenia atterrada, estaba casi inmovilizada del pavor que empezo a invadirla. Creo que de alguna manera, dentro de su vientre, yo también busque la protección de mi papa. Al no encontrarlo junto a ella, se armo de valor y dando pasos de dos en dos, llego hasta la habitacion donde el estaba. Corrio, sintiendo que la agarrabas por la espalda y era tal su miedo que metió debajo de mi papa, debajo de su cuerpo varonil, espantada, con los ojos bien abiertos del terror y sin poder hablar. Las palabras de aliento de mi padre la calmaron y asi ella dejo de escuchar tu llanto.
  Pero nadie calla a la Llorona. Lo confirme cuando no volvimos a encontrar unos cuanto anos mas tarde en aquella casa grande y vacía. Esa misma que conoces tan bien. Tal ves porque fue tu hogar anos atrás, quien sabe.  Solo que esta vez you estaba sola. Tenia que ir a la cocina a beber agua y allí te vi.  Nunca sabré a ciencia cierta se eras tu, pues te tapabas el rostro con esas manos cadavéricas que mi madre jamas olvidara.  Pero mi intuición, y el registro que guarde de aquella noche cuando todavía me encontraba en el vientre de mi mama, me confirmaron tu presencia. Traias un velo de color negro sobre tu cara y llorabas desconsoladamente. Mas bien, aullabas cual lobo en medio de la noche. Yo apenas tenia cinco anitos. Ahora que lo pienso, yo nunca tuve amigos invisibles, porque seguramente ellos también te hubieran tenido miedo.
  Menos mal que ya not te escucho... Por ahora, me despido de ti, dandote las gracias por ensenarme que los miedos son como los fantasmas: cuando los detectas, los enfrentas, los disipas y sigues adelante con la frente en alto y poderosas, es que has vencido. Sabes, soy una vencedora.
 
  Ya no te tengo miedo Llorona.



{mi familia}

{mi papa}

{las sobrinas}

 {mi papa}

 {mi madre}

 {con mi viejo}

{la familia que elegi y forme con todo el amor y la conciencia}


Hasta luego amigos!